Hace unos dos años decidí empezar a estudiar Economía, y me matriculé en la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). Desde hacía bastante tiempo había tenido la inquietud de entender todas esas noticias sobre el mundo económico que usaban una jerga ininteligible, y lo que es peor, una causalidad casi teleológica. Lo que empezó siendo un divertimento pasó a convertirse más en una pasión. Habiendo estudiado Física, resultaba divertido descubrir que alguna gente había tratado de aplicar ideas similares a las de mi disciplina para entender cuestiones que al final atañen a las personas. Porque lo interesante de la Economía, me di cuenta, es su vocación de buscar formas estables y eficientes de organización económica, en un mundo en el que no hay de todo para todos. Y para ello, por supuesto, hay que empezar por definir qué es eso de estable y eficiente. Eficiente Pareto es una de las propuestas, por eso me pareció apropiado como título del blog, y será lo primero que trate de explicar aquí.
Sin embargo, m idilio con la Economía tiene sus luces y sus sombras. Estudiar por cuenta de uno mismo tiene muchos inconvenientes, pero desde luego, entre las ventajas está que es más difícil ser dogmatizado. Y en esta disciplina hay mucho dogmatismo. De hecho, de esto se podrían escribir páginas enteras. He de decir que para una persona que viene de Física, llama enormemente la atención la falta de contrastación con la realidad que tienen las teorías económicas vigentes. Y a mi parecer, en lugar de ahondar en esa cuestión, finalmente se opta por enseñar varias teorías basadas en distintas asunciones sobre la realidad. Asunciones que no están contrastadas, y que pertenecen más al campo de lo que es lógico aunque pueda no ser real. Ahí es donde, desde luego, empieza el dogmatismo, pues depende de donde estudies unos te enseñarán que los neokeynesianos tienen razón, otros que los neoliberales, etc. Lo curioso es que este debate sin cerrar lleva a que al final, en política económica, se tienda a un cierto pragmatismo basado en la experiencia, dejando a un lado el esfuerzo formalizador de los teóricos de la Economía, por mucho que luego se trate de vestir todo con alguna ideología basada en una de estas teorías. Es decir, que al final lo que la Economía tiene de ciencia termina por quedarse en el plano académico.
Dentro del cuerpo de esas grandes teorías sobre la organización económica, no obstante, se han ido asentando algunos conceptos e ideas muy interesantes. Mi propósito en este blog es escribir sobre este tipo de cosas, sobre las que hay más consenso, pero sin embargo, muchas veces, no tanta claridad de exposición. Creo que tengo el privilegio de venir de un contexto en el que las ideas económicas más aceptadas son puestas en tela de juicio continuamente: el mundo del ecologismo social. Si bien creo que no comulgo con todo lo que allí se dice, bien es cierto que hay muchas cosas en Economía que conviene entender primero en lugar de aceptar a ciegas. Y por mi (bien es cierto, limitada) experiencia, en esta disciplina no se tiende demasiado a enseñar a ser crítico con lo que se estudia. Uno de los momentos más divertidos durante este periplo de dos años vino, de hecho, por varias conversaciones con un amigo mío que quería que le explicase porqué se considera el capitalismo el "mejor" de los sistemas económicos que hay sobre la mesa. Bueno, lo sorprendente es que en la carrera apenas se toca este tema de forma comparativa. Todo se reduce a comentar sistemas precapitalistas, capitalistas y estatalistas. Y mientras el cuerpo de las teorías se basa en exponer el capitalismo, el resto apenas se toca. En mi opinión, eso le resta riqueza a la disciplina, dado que en su seno incluye muchas herramientas bien desarrolladas para abordar la cuestión de cuál es la mejor organización económica.
En cualquier caso, para terminar, sólo decir que obviamente no soy un experto en la disciplina. Lo que pretendo hacer aquí es exponer las conclusiones parciales que saque de algunos de los problemas que me motivaron a estudiar Economía, tratando precisamente de ser un poco "naive" al respecto. Y sobre todo, viniendo del mundo del ecologismo social, espero no perder de vista lo más importante de todo: las personas, y el mundo finito en el que vivimos. La Economía trata al final sobre cuestiones que atañen a las personas. Sus errores los pagamos todos, pero dejando a un lado el dogmatismo, sus éxitos también pueden beneficiarnos.
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